Worldcanic
Noticias

Noticia

Llorenç Planagumà “Somos lo que comemos, pero también lo que pisamos”

 

Llorenç Planagumà, geólogo y coordinador científico de la Volcano Active Foundation, afirma que las consecuencias de las erupciones volcánicas pueden convertirse en un beneficio económico y social partiendo de la tierra que mejor conoce: La Garrotxa.

La Garrotxa, territorio catalán con más de 40 volcanes identificados, fue el eje principal sobre el que pivotó la ponencia del científico Llorenç Planagumà. El geólogo afirmó que, si bien es cierto que los volcanes son un peligro para la sociedad, también lo es que sus consecuencias pueden convertirse en un beneficio social y económico. Para argumentar su afirmación, se visionaron diversas imágenes de la Garrotxa cuyo objetivo fue mostrar cómo la adaptación de la población a territorio volcánico es fundamental, además de conocer qué tipo de roca forma parte del terreno. “Somos lo que comemos, pero también somos lo que pisamos”, manifestó Planagumà.

De acuerdo con su exposición, si la población conoce el tipo de terreno donde vive, será más resiliente, se adaptará mejor. “No es los mismo vivir encima de una lava dura que encima de una ceniza que ha generado un suelo arcilloso ya que este último presenta una mayor vulnerabilidad”, especificaba.

El paisaje actual de la Garrotxa -explicó el científico- es el fruto de una erupción volcánica de hace 8.000 años. Una erupción que proporcionó unos suelos fértiles que, combinados con un clima húmedo, han dado lugar a una rica biodiversidad. Causa y efecto son, a día de hoy, grandes aliados de la economía de la zona. Se creó una escuela de arte, se dinamizó el turismo, ayudó a la industrialización del territorio y se cultivaron productos singulares como la cebolla dulce o las judías de Santa Pau. Una demostración fehaciente de cómo la población ha conseguido revertir las consecuencias de aquel fenómeno natural en un beneficio.

En el caso del turismo se crearon rutas específicas -“donde es importante que haya información científica” aclaraba- para los amantes de la vulcanología o de los paisajes singulares. Al ser una de las zonas más boscosas de Catalunya, se convirtió también en destino para los aficionados a la naturaleza. Por otro lado, apuntó como las características del agua volcánica eran tan especiales que solo con ella se conseguía un color rojo determinado, lo que potenció la industria del tejido. Otro de los beneficios económicos dadas las peculiaridades del agua y la orografía fueron el desarrollo de la industria del papel y la electricidad. 

El discurso no estuvo exento de anécdotas como la que relató para ejemplificar las bondades del entorno. Contó como un amigo ganadero tenía que engañar a las ovejas cuando tenían que pasturar en áreas no volcánicas. Según señaló, la hierba que crecía en suelos volcánicos era más dulce por lo que los animales preferían ese lado de la montaña y rechazaban los otros. Otra anécdota fue aquella en la que la venta de una vaca casi acaba en tragedia. Al animal no le gustó la hierba del campo de sus nuevos dueños y casi se muere de hambre. “Tuvieron que recomprarla porque el animal no comía sino era la hierba cultivada en zonas volcánicas”.

Cerró ponencia con una lanza a favor de los profesionales del mundo de los volcanes. “Al final no hay nada como la pasión que las personas ponen al explicar las cosas para conseguir todo esto. Hay que cuidarlos, proveerlos de unas buenas condiciones laborales porque si no, nos quedarán los lugares, pero no tendrán alma”.

 

Magazine

Partners

Organizadores

Vocento Gastronomía Vocento Gastronomía grupo Cabildo de Lanzarote Saborea Lanzarote

Patrocinadores

Hotel Meliá Salinas Hotel Fariones Fagor