“Sol y ceniza”. Truco del cultivo lanzaroteño

La ecofinca Vegacosta de Tinajo dispone de 120.000m2 de cultivos sostenibles a base de cenizas, “base que nos ayuda a dar vida unos productos únicos”.

Toño Morales ha dado la bienvenida a los congresistas de Worldcanic enseñándoles su ecofinca Vegacosta situada en Tinajo, un macrocomplejo de 120.000m2 que quiere erigirse en  “un centro de interpretación de la isla de Lanzarote”. De momento, se trata de un complejo de edificios y parcelas donde se cultivan vegetales y tubérculos siguiendo la línea de agricultura tradicional de la isla pero “incorporando alguna tecnología que nos ayuda”. Entre ésta, para una isla desértica como Lanzarote, la de riego por goteo, “aunque sea testimonialmente, pues mucha agua ennegrecería el producto”.

Así, según Morales, el truco de las bondades del producto que produce es la tierra volcánica donde se cultiva directamente. Añadiéndole estiércol a la tierra, “aprovechamos la ceniza para cultivar, ya que ésta aporta la vitalidad necesaria para el desarrollo de los productos”. Además de las bondades organolépticas de su uso, la ceniza tiene otra virtud: “No es necesaria renovarla. La vamos removiendo al cultivar para ya está. Es nuestro tesoro”. Para preservarlo de los vientos alisios, toda la finca está cubierta de paravientos. “Necesitamos a unos y a otros. Forman parte también de lo que es Lanzarote”.

Con este sistema, Vegacosta produce ahora kilos de producto fresco (batatas, papas, cebollinos, higos, lechugas…) que no comercializa. “Toda la producción la dedicamos al restaurante del complejo y a La Piscina, el restaurante del Club La Santa  de Tinajo-La Santa donde Morales lleva décadas gestionando su gastronomía. El Club La Santa es el complejo dedicado a la práctica y perfeccionamiento de actividades deportivas más importante de Lanzarote, quizá de Canarias.

De momento, la producción va a esos dos conceptos, aunque Morales quiere abrir en breve un mercado-degustación en el propio Vegacosta “para que el cliente pueda llevarse a casa el excedente de producción, o lo deguste in situ con por ejemplo, un buen vino de la isla”. La idea es la de completar una experiencia de agricultura local. Par ello, por ejemplo, han creado un proyecto de crear un semillero, “para cerrar el círculo que todo sea 100% sostenible”.