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Cena con inspiraciones hawaianas, filipinas, conejeras y palmeras
Daniel Jiménez González (Kamezí Deli & Bistró, Lanzarote), Chele González (Gallery by Chele, Manila, Filipinas), Liko Hoe (Waiahole Poi Factory, Honolulu, Hawai) y José Alberto Díaz (El Sitio, La Palma) despiden con un ocho manos la segunda jornada de Worldcanic.
En el extremo sur de Lanzaarote, en las inmediaciones de Playa Blanca, el restaurante Kamezí Deli & Bistró del cuidado complejo Kamezí Senso Concept -concepto de apartamentos de lujo de estética amoldada la isla-, ha alojado este jueves la cena de la segunda jornada de Worldcanic. En ella se han encontrado cuatro chefs diferentes pero con una misma sensibilidad alrededor del producto, que ha hilvanado un menú local e universal, como el sentir de la isla, y del congreso.
Daniel Jiménez González, chef de Kamezí Deli & Bistró, alojaba a dos cocineros con restaurantes en entornos volcánicos de todo el mundo y a un tercero más cercano que lo tendrá que ser. Eran Chele González (Gallery by Chele, Manila, Filipinas), chef español residente en Filipinas; Liko Hoe (Waiahole Poi Factory, Honolulu), polifacético chef que ha valorizado los productos y la manera ancestral de cocinar del archipiélago de Hawai, y José Alberto Díaz (El Sitio, La Palma), el chef invitado de la isla tinerfeña.
Empezaba el menú Jiménez, cuyo restaurante y concepto solo utiliza por convicción productos de la isla, con un repertorio de delicias locales a partir de ingredientes: morena (crujientes de sus pieles), gambas de la Santa (con mango, aguacate, maracuyá y café), calamares (con mojo hervido y chocolate) y conejo (con salmorejo canario, cebolla encurtida y piña de millo). Díaz le cogía el relevo con un ceviche de lubina Aquanaria, parchita y mango; también González, con el carabinero en hoja de Taro que había explicado el primer día de ponencias con el que hacía un guiño a la “tierra donde estamos, a la mía, que es Cantabria, y a Filipinas, claro”, y por último Hoe, con un cerdo asado con cebolla encurtida.
Con una crème brûlée elaborada con leche de cabra y puré de batata yema, el chef local ponía el punto final a un ágape que contaba con el maridaje de Bodegas Bermejo (Bermejo Diego seco ecológico) y Bodegas Puro Rofe (Tilama 100 % Malvasía Volcánica y Rofe Tinto 100% Listán Negro).