Lanzarote en todos los sentidos en el primer ágape de Worldcanic

Cuatro chefs con restaurante en la isla cocinan en el espectacular Jameos del Agua para entender qué es y a qué sabe Lanzarote. Es la primera comida de Worldcanic.

El Centro de Arte, Cultura y Turismo creado por César Manrique en Órzola ha sido el escenario escogido para celebrar la primera comida de Worldcanic. En el espectacular complejo de  los Jameos del Agua, cuatro chefs con restaurante en Lanzarote han deleitado a los congresistas de Worldcanic con una bienvenida sápida a la isla. Una experiencia conejera en los cinco sentidos, pues entre otros las miradas de los comensales iban y venían del plato al complejo y del complejo al plato. Lanzarote acoge.

Joao Faraco (Coentro, Puerto Calero), Santi Benéitez (SeBE, Costa Teguise), Rubén Darío Rivera (Citurna, Playa Blanca) y Sergio Morales (Niño Salvaje, Arrecife) han cocinado a 16 manos para que el congresistas se situara, par que empezara a paladear el resultado del trabajo que el Timanfaya propició hace más de 250 años.

Ocho platos -dos por restaurante- que han entroncado directamente con la tierra, misma idea que quiso lanzar Manrique al erigir semejante centro sobre el derrumbe del techo de un tubo volcánico. Empezaba Rivera con un puré de berenjena quemada con sirope de granada y Dukkah, y respondía Faraco con un puerro braseado con anemonas. De la tierra al mar, con un salmón de Uga, chocolate blanco y mojo de aguacate de Benéitez, y del mar de nuevo a la tierra, con el buñuelo negro de cabra de Morales.

Los principales llevaban el sello de Rivera -Crudo de Rabil curado, con piña colada especiada-, Faracao -Guiso de manitas, cochino negro y carabinero – y Benéitez -Bocinegro, crema de millo y espina volcánica-, mientras que Morales ponía el punto dulce final: Twix de gofio. El líquido, las bodegas Vulcano. Esto es Worldcanic Lanzarote.