Entrevista
Anne Fornier: “El conocimiento de los volcanes nos puede ayudar a mitigar sus efectos”
La especialista Anne Fornier hace 20 años que trabaja con volcanes activos de todo el mundo.
Esto le ha llevado a crear una fundación desde la que concienciar a la población sobre los efectos de las erupciones volcánicas, las soluciones a sus consecuencias o la importancia de preservar la biodiversidad y ecosistemas presentes en este tipo de territorios.
Háblanos de Volcano Active Foundation.
Somos la única fundación que existe en el mundo sobre la resiliencia, mitigación, prevención y educación sobre los riesgos volcánicos. Trabajamos todo lo referente a las tierras volcánicas en general. Desde entender cómo funciona un volcán hasta intentar disminuir los impactos de una erupción volcánica o, en caso de no haber erupción, mitigar los efectos del volcán en activo. Por ejemplo, entre esos efectos, podemos hallar la emisión de gases que pueden contaminar el agua y, en consecuencia, provocar enfermedades. Nosotros actuamos para prevenir esa situación. Informamos y educamos a la población. En este caso, informaríamos de que esa agua no es potable, entre otras cosas.
También actuamos para preservar la biodiversidad en zona volcánica y guardar el patrimonio inmaterial y cultural en zona volcánica.
Trabajamos en tres niveles. Volcano Active Foundation (https://volcanofoundation.org) se ocupa de la mitigación, del apoyo a los científicos locales y la formación. En Volcano School (https://volcanoschool.org) no solo educamos sobre el volcán sino sobre todo su ecosistema (local, nacional e internacional). Y Volcano Care (https://volcanocare.com) defiende la preservación de la biodiversidad y de la cultura patrimonial de zonas volcánicas. En él se inscribe un proyecto en Colombia donde la población indígena ha sido expropiada y deslocalizada porque vivían cerca de un volcán que podía entrar en erupción. Nosotros trabajamos con ellos para que puedan conservar su cultura y costumbres. Y también en esta preservación de la biodiversidad, en Hawai, en la isla de Maui hay una flor que solo florece cada 90 años y después muere. Esa flor es endémica. Las tierras volcánicas son las más fértiles del mundo y es donde hay más plantas endémicas hay por lo que hay que preservarlas.
Participarás en la próxima edición de Worldcanic. ¿De qué hablarás en tu ponencia?
Es muy importante tener conciencia del mundo volcánico ya que sin esa conciencia no podemos prevenir o mitigar los efectos. La pandemia nos ha hecho ver que si podemos saber en qué mundo vivimos podemos aportar soluciones. Soluciones a nivel de ecología, de preservación de nuestros ecosistemas…
Hace 200 años que no hemos vivido una erupción volcánica con un impacto global. La última fue Tambora (Indonesia) en 1815 y en 1816 hubo el verano sin verano a causa de las cenizas, los aerosoles, que se interpusieron como un escudo contra el sol, lo que provocó que las temperaturas cayeran de 1 a 2,5 grados por debajo de lo normal en toda Nueva Inglaterra y Europa occidental. Y es importante conocer este dato, no para dar miedo sino para prepararnos.
Hace cinco años descubrieron 91 volcanes activos bajo el hielo de la Antártida. Sabemos que hay más volcanes submarinos que en tierra, pero no tenemos ningún dato de ellos ya que hay 60.000 km de dorsal oceánica. No somos conscientes de todo lo que puede ocurrir… y lo más inteligente es ser conscientes para encontrar soluciones.
Hablas de preservación de biodiversidad, de agricultura volcánica… ¿estáis llevando a cabo alguna línea de acción para recuperar este tipo de agricultura?
Nosotros somos una fundación, pero carecemos de subvenciones. Luchamos para dar voz a todo lo que existe en tierra volcánica y fortalecer lo que existe en ella con los pequeños medios que tenemos.
Actualmente, promovemos todos los productos de tierras volcánicas hablando de la rica fertilidad de estas tierras. Tenemos programas destinados a ello en Ruanda o Colombia. No obstante, nos falta financiación para llevar a cabo todo lo que nos gustaría porque la fundación es muy joven, aunque yo hace 20 años que trabajo con volcanes y hemos hecho muchas cosas.
Sí que nos hemos enfocado mucho en Volcano School para educar en la conciencia de nuestros ecosistemas y a los niños les hablamos, por ejemplo, de que el mejor cacao está en zona volcánica.
¿Existen diferencias entre los productos cultivados en tierras volcánicas y los que no?
Sí, la fertilidad de la tierra es totalmente diferente. En tierra volcánica, hay una mineralización que se puede ver en productos como el vino.
Las cenizas y todas las partículas vienen de un magma profundo con minerales que poco a poco se infiltran en la tierra y son un fertilizante natural. Dos o tres años después de una erupción hay mucha más abundancia de minerales, lo que permite dar productos diferenciados, endémicos…
¿Dos o tres años sería el tiempo en el que una tierra tardaría en recuperar su agricultura tras una erupción?
Entre tres y cuatro años empieza a tener una pequeña revitalización, pero para tener un cultivo habrá que esperar cuatro o cinco años excepto si hay una nueva emisión de cenizas. Es lo que hemos visto, por ejemplo, con la erupción submarina de El Hierro, en 2012. Dos años y medio, o tres, después ya había bacteria nueva... Así que tres, cuatro años para su revitalización y cuatro o cinco para su cultivo.
¿Qué medidas existen para facilitar la recuperación del cultivo? ¿existe un protocolo?
La ONU está desde hace un mes diciendo que la cooperación internacional es el futuro. Por ejemplo, en el caso de Lanzarote es fantástico lo que están haciendo con la viña. O en Guatemala, donde tras la erupción del volcán de fuego en 2018, ya empezaron a recuperarse o en Nicaragua… todos los agricultores han podido recuperar los cultivos….
Lo mejor es esa cooperación y ver qué ha funcionado y qué no o qué ha sido lo más rápido. Hay países como Costa Rica, Guatemala o Colombia que tienen más experiencia en este tipo de situaciones porque son más frecuentes las erupciones volcánicas.
En el caso de La Palma se podría ver si quieren continuar con el cultivo de, por ejemplo, los plátanos, o quieren aprovechar para cultivar un producto nuevo más. Sería una oportunidad.
¿Cualquier tipo de producto es válido para cultivar en esta tipología de suelos?
Sí, es válido cualquier tipo de producto que está en su zona climática.
Por último, ¿en qué estáis trabajando actualmente?
Trabajamos en un programa de Volcano School con los niños de La Palma. Es una iniciativa solidaria donde los niños de las escuelas de Barcelona hacen un dibujo con un mensaje de apoyo y nosotros dentro ponemos un kit de prevención de riesgos para estos niños. Hemos contactado con escuelas de la isla que han perdido muchas cosas y son los bomberos de La Palma quienes entregan este kit en estas escuelas. Nos falta un poco de apoyo y nos gustaría contar con más. Es una cooperación entre niños, los Bomberos y nosotros.
Hay que destacar que, además, en las erupciones volcánicas, se pierden muchos niños pequeños en la evacuación. Como no saben hablar, se pierden y entran en una red de adopción ilegal bastante fuerte. Hace seis meses, en una erupción se perdieron unos 200 niños y estamos intentando luchar contra esto con un protocolo internacional de gestión de menores. Las escuelas con las que trabajamos también nos sirven de portavoz de este problema. Por ello, la cadena de solidaridad es muy importante.